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El descontrol inflacionario, origina distorsiones que afectan sustancialmente la operatividad de los agentes económicos, a saber: la familia, las empresas del sector privado y el sector público; que constituyen íntegramente, la economía cerrada y el sector externo, que en su conjunto constituyen el denominado sistema económico globalizado, cuyo objetivo es romper con las barreras arancelarias a través de una economía abierta.
Los agentes económicos, tienen objetivos particulares que en conjunto son los responsables de la dinamización económica de un país. Los objetivos de la familia son de consumo para satisfacer sus necesidades, los de la empresa de producción de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de un conglomerado, que puede ser representante de la economía cerrada o no, a los fines de obtener beneficios. El sector público tiene el objetivo de incrementar el bienestar de la Nación, manteniendo el equilibrio en las relaciones nacionales e internacionales y el sector externo tiene como objetivo el beneficio económico, mediante relaciones de Estado a Estado o entre países o Naciones.
El incremento de los precios en los productos y servicios, origina una disminución en el valor de la moneda y constituye un detonante económico que afecta a cada uno de los agentes económicos de una u otra forma. El sector de las empresas del sector privado, es el agente de mayor recto a los fines de poder mantener una estabilidad de competición, que solo puede lograr mediante estrategias que le permitan visualizar cuales son los origines y efecto del fenómeno inflacionario, para poder adoptar medidas anticipadas a la competencia, tomando como referencia los elementos básicos de competición (la objetividad del enfoque de mercado correspondiente al detonante inflacionario, una diferenciación clara con relación a la competencia y tratar de lograr un liderazgo en costo que le permita estabilidad en el tiempo), y dentro de esos elementos básicos de competición, administrar el que para el momento, sea el más oportuno y el que garantice el logro de los objetivos.
En el componente de los agentes económicos, las organizaciones deberán tener en consideración que permanentemente estarán expuestas a la posibilidad de que determinados componentes sociales detonen causando distorsiones en la economía, motivo por el cual, deberán estar en la disposición de dar el “salto” pertinente adelantándosele a los acontecimientos con la finalidad de tomar las decisiones adecuadas en los momentos adecuados.
Generalmente la inflación obliga a un incremento salarial que para las empresas tiene un costo adicional en caso de que el gobierno no realice un ajuste fiscal acorde con la diferencia originada en los sueldos. Otros factores que impactan a las empresas con relación a la inflación, es el referente al crédito otorgado a clientes con anterioridad al detonante inflacionario, porque el importe a pagar estará en término reales, por debajo del crédito otorgado y la diferencia cambiaria que se podría originar en las negociaciones internacionales.
Por último, aunque “el monstruo” de la inflación que es una responsabilidad de Estado, no avisa su llegada, las organizaciones empresariales, deberán estar atentas a la tendencia del cambio en la economía, para tomar las medidas pertinentes y mantener su nivel de competitividad en los mercados tanto nacionales, como internacionales.
Los gerentes contemporáneos, deberán cumplir su deber social dando el paso anticipado, sin perder de vista las conceptualizaciones del filósofo y economista liberal norteamericano Henry Hazlitt que además trabajó como periodista del The Wall Street Journal, el New York Times, Newsweek y The American Mercury, cuando afirmó que, citamos: La propia inflación no es en el fondo más que una forma singular de tributación. Quizá la peor, ya que de ordinario exige más de quienes cuentan con menores posibilidades económicas. Pero aun suponiendo que la inflación afectase a todos por igual, lo que nunca puede ser cierto, en tal caso equivaldría a un simple impuesto sobre el consumo que gravará con igual porcentaje toda clase de mercancías, lo mismo el pan y la leche que los diamantes y pieles lujosas.
Definitivamente, la inflación es un desafío gerencial………………………………………………………………………………..
Pablo Valdez, MGP/MAI
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